- ¡Uuuuhh! ¿Estas segura? Entonces empezó a contar un cuento que decía:
Era se una vez un fantasma y de repente apareció un fantasma sentado en el banco y llorando que decía:
- Quiero tener amigos para jugar. ¡Buuuaaaa! Y el niño dijo:
- ¿Ah, si? Yo pensaba que los fantasmas daban miedo y el les dijo que no. Entonces ellos le dijeron que no pasaba nada que se pusiera a jugar con ellos. Y trajeron muchos amigos, ellos le enseñaron juegos como el fútbol y el les enseño a reciclar. Y al cabo de un rato el ya estaba feliz y le dio las gracias y todos jugaron felices.
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